En este post planteamos la visión sistémica desde el trabajo social. Se podría entender que la Teoría Sistémica está reservada para el trabajo clínico con familias, pero nada más lejos de la realidad. La psicología sistémica tiene un profundo calado en todos los ámbitos de la intervención psicosocial y es precisamente de este contexto del que emergió como respuesta a las necesidades de familias con bajos recursos económicos.
Todo comienza en 1947 cuando Ludwig Von Bertalanffy da a conocer la Teoría General de los Sistemas. Ésta recogía una serie de principios y leyes aplicables a sistemas generalizados y complejos, caracterizados por la interacción entre sus elementos. De esta manera, formuló una serie de leyes que se pueden aplicar a cualquier sistema sin importar su clase o la naturaleza de sus elementos. Así pues, puede utilizarse y ser compatible para distintas disciplinas.
En otras palabras, la sistémica es una forma de mirar y entender un mundo en constante interacción. Por lo tanto es aplicable a todas aquellas profesiones relacionadas con el trabajo con sistemas, como es el caso del Trabajo Social.
El trabajo Social desde la perspectiva sistémica
Los trabajadores sociales actúan como una herramienta que estimula la introducción de nueva información en el sistema familiar. Al mismo tiempo, organizan la información que proviene del sistema familiar en torno a una hipótesis. Durante el proceso, los trabajadores sociales facilitan el cambio y la reorganización del sistema familiar, adecuándose a sus tiempos, características y objetivos.
Actitud sistémica
Para ello, durante la intervención Social con las Familias, se adquiere una posición estratégica de neutralidad. Dicha actitud permite a los Trabajadores sociales y educadores sociales respetar las tareas y mandatos de las instituciones, sin dejar de tener en cuenta el contexto relacional de cada sistema familiar.
Quizás te interese el artículo que publicamos: Preguntas circulares para una indagación sistémica
Tal y como se señala en la psicología sistémica, condiciones iniciales diferentes pueden llevar a resultados idénticos y viceversa (equicausalidad y equifinalidad). De esta manera, los trabajadores sociales utilizan las herramientas sistémicas para adecuarse a cada familia que siempre es única.
¡ojo!
Hay que evitar la cronificación del funcionamiento problemático de la familia. Para ello, es imprescindible definir claramente los objetivos con las familias y procurar que los cambios sean de tipo 2. Es decir, en la medida de lo posible hay que alejarse de aquellas soluciones que ayuden a las familias al precio de cronificar su relación con los Servicios Sociales. Para ello, hay que introducir pequeños cambios, información y soluciones orientadas a promover una nueva reorganización del sistema familiar más funcional, con menos sufrimiento y con más autonomía.
Las herramientas son medios no soluciones y tu objetivo es que no las necesiten
Los Servicios Sociales tienen a su alcance sus herramientas profesionales como son la entrevista, las reuniones, la documentación, etc. pero también constituyen un recurso muy valioso, las prestaciones de servicios concretos como son la ayuda domiciliaria, subsidios, etc. sin embargo, hay que tener en cuenta que todos ellos son únicamente un medio y no un fin. El objetivo último de la intervención social es que las familias no nos necesiten.
Encender la bombilla sistémica
Cuando las familias acuden a los Servicios Sociales, lo hacen con confusión respecto a qué ocurre y qué pueden esperar. Cuanta más claridad se aporte respecto a la intervención, mayor será el beneficio para la familia. Ésta comenzará a formar parte de un sistema organizado a nivel estructural, del que sabrán qué pueden esperar. De esta manera podrán decidir si participan y a qué nivel, elemento que ayuda a la adhesión de la intervención.
Como Trabajador Social sistémico tienes que definir tu labor, la del educador social, y de todos aquellos profesionales que participen. ¿Cómo? a través de una idea muy sencilla, comunicando a la familia quién hará qué y durante cuánto tiempo.
Un trabajador Social sistémico debe leer sus necesidades. De esta manera, podrás preveer el efecto que tendrán sobre la familia los recursos que actives.
Coherencia
Como mínimo, se estudia la demanda, el contexto, el ciclo vital, la estructura, la comunicación familiar y el juego relacional. Dicha información se utilizará para generar una hipótesis que debe ser coherente con el modelo teórico, en este caso, con el modelo sistémico.
Un pequeño truco sistémico
Tras el periodo de evaluación podemos utilizar un contrato que ayude a clarificar a la familia el proceso de intervención y que hará las veces de ritual que favorecerá la colaboración entre el trabajador social y la familia.
En conclusión
No es suficiente con recoger su demanda u ofrecerle un abanico de servicios. Como trabajador Social sistémico, el objetivo es que leas a la familia, sus limitaciones y capacidades, sus juegos relacionales, estructuras, necesidades y todo en base a al contexto en el que surgen y se mantienen.
Si quieres profundizar en este tema te sugerimos el libro de Stefano Cirillo: El cambio en los contextos no terapeuticos
También puede resultarte interesante la lectura de este artículo de Manuela Palomar Villena y Esperanza Suárez Soto: El modelo Sistémico en el el trabajo social familiar: Consideraciones Teóricas y orientaciones prácticas
Y aquí tienes otro documento interesante para seguir tirando del hilo: Trabajadores Sociales que han influido en la historia de la terapia familiar
Si conoces algún otro libro o artículo relacionado con esta temática nos encantará que nos lo dejes en comentarios.
Aportación de I. Moyano a través de Facebook:
- "La intervención sistemica en los servicios sociales ante la familia multiproblematica" M. Coletti y J.L. Linares
- "Servicio social y modelo sistemico" A. Campani y F. Luppi
Deja una respuesta